La protección anticorrosiva la solución para el mal de las carrocerías
Por: Manuel Aguilar
Los elementos metálicos que forman parte de una carrocería automotriz se encuentran protegidos desde su fabricación con diferentes productos anticorrosivos, ya que la tendencia del acero es regresar a su estado natural (óxido de hierro) a través de una reacción química con el oxígeno. Estos productos se caracterizan por aportar a la carrocería ventajas no solamente anticorrosivas, sino también ofrecen protección anti-sonora, térmica, semi-estructurales.
Una vez que el vehículo se comercializa e inicia su vida útil, se encuentra expuesto a diferentes riesgos que pueden generar daños importantes a la carrocería y demandar reparaciones estéticas o estructurales de la misma, lo que modificará sin duda las características anticorrosivas originales del vehículo, ya que para realizar estas intervenciones se retiran o destruyen los tratamientos anticorrosivos originales de la zona reparada, por lo que será necesario restaurarlos en posteriores operaciones.
La importancia de restaurar la protección anticorrosiva original a la carrocería radica en que si esta no se realiza, puede originar fallas localizadas o generalizadas derivadas del ataque corrosivo que sufrirían sus elementos metálicos (acero) y pondrían en riesgo el desempeño total o parcial de la carrocería en tiempos relativamente cortos.
Tipos de anticorrosivos
A) Selladores. Estos productos sellan la unión de dos o más láminas de la carrocería impidiendo la filtración de líquidos y la reacción química que se presenta en la mina desnuda al contacto con el oxígeno.
B) Protectores de bajos y antigravillas. Sirven para proteger la parte inferior de la carrocería, aportando resistencia a la corrosión.
C) Imprimaciones. Estas ofrecen buenos resultados en zonas donde se necesita aplicar un protector previo a los trabajos de soldadura por puntos de resistencia.
En conclusión la práctica de la aplicación de productos anticorrosivos en la reparación de una carrocería brindan calidad en el acabado, proporcionan una resistencia anticorrosiva optima y de larga duración.