Adapte la velocidad según las condiciones del camino
Una de las principales causas de los accidentes de tránsito es el exceso de velocidad y esto se debe a que los conductores no adaptan la velocidad a la que circulan conforme a las condiciones del camino. Ya que no es lo mismo conducir de día, que de noche, con piso seco, que con piso mojado, con neblina, etc.
Para poder adaptar la velocidad a la que circulamos y estar conscientes de la acción que realizamos, es necesario saber que la velocidad es el espacio que recorre un cuerpo en determinado tiempo; en resumen si un conductor circula a una velocidad de 100 km/hr, estará avanzando 27.7 metros en un segundo, y necesitará aproximadamente 55 metros para detener su vehículo por completo; y esta distancia de detención se requiere si la superficie de rodamiento está seca, y si los neumáticos están en buenas condiciones. Pero si la superficie de rodamiento esta mojada la distancia de frenado aumentará a 136 metros aproximadamente.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando se aumenta la velocidad?
- Aumenta el riesgo de accidentes y de lesiones
- Se reduce el campo visual
- Se incrementa la distancia de frenado
- Se tiene menor tiempo de maniobra ante un peligro
- Hay mayor posibilidad de perder el control del vehículo al frenar o esquivar
- En una curva la fuerza centrífuga empujará el vehículo hacia afuera
- Se incrementa el consumo de combustible
Por lo anterior, es necesario que cuando el conductor se enfrente a condiciones climáticas adversas deberá condicionar su velocidad conforme a la vía por donde circula.
Condición adversa: la lluvia
Si el factor climático que se presenta es lluvia, se recomienda seguir los siguientes pasos.
- Aumentar la concentración en la conducción.
- Reducir la velocidad y aumentar el espacio de seguimiento con el vehículo precedente, pues la distancia de frenado es mayor. Recuerde que la superficie de rodamiento se hace más resbalosa; debido a que la lluvia saca de la superficie de rodamiento el polvo, arena y los líquidos derramados por los propios automóviles.
- Encienda las luces intermitentes con la finalidad de que lo vean.
- Prenda el aire caliente para evitar que se los vidrios se empañen. Pues el campo de visión se reduce considerablemente.
- En zonas inundadas valore la profundidad y si puede, avance a muy baja velocidad.
Condición adversa: la noche
Si el factor que se presenta al conducir es la noche, debemos poner todos nuestros sentidos en lo que hacemos, ya de noche la atención debe ser aún mayor. Por muy iluminada que esté la vía o por potentes que sean nuestras luces, la visibilidad será siempre más reducida que de día y, con ello, nuestra capacidad de reacción ante un imprevisto será menor.
Condición adversa: la niebla
Si durante la conducción se presenta el fenómeno meteorológico de la niebla que aparece a menudo por la mañana o la tarde, si es posible, evita conducir en tales momentos. Pero si ya estas en esta situación te recomendamos realizar las siguientes acciones:
- Reduzca la velocidad
- Encienda las luces intermitentes con la finalidad de hacerse visible
- Use las luces bajas. La visibilidad frente a usted disminuirá drásticamente en la niebla, así que use las luces bajas del vehículo (si el vehículo no tiene faros antiniebla o luces de conducción). La luz alta de los faros se vuelve reflejada por la espesa niebla. A medida que la niebla pierda densidad, las luces altas pueden ser más eficaces.
- Encienda los faros de niebla si lo dispone su vehículo.
- Aumenta la distancia de seguimiento. La distancia entre un auto y otro debe ser mayor a la normalmente acostumbrada se recomiendan 6 segundos en esta situación. No te apresures ni aceleres para salir de la niebla.
- No cambie de carril. Hay una tendencia natural a cambiar de carril o ir por el medio de la carretera cuando la visibilidad empeora. Asegúrese de mantenerse en su carril.
- Utilice el borde derecho de la carretera como guía. Esto puede ayudar a evitar encontrarse con tráfico en dirección contraria, o a ser cegado por los faros que se aproximan.
- Deténgase a la orilla de la carretera si no tiene visibilidad. Solo si extremadamente necesario, encienda las luces de emergencia y coloque los triángulos de seguridad para alertar de su posición a los demás conductores.
Recuerde que no hay un vehículo 100% seguro si excede los límites de velocidad. La seguridad la da el conductor más que el fabricante. Por lo tanto, adapte la velocidad de circulación conforme a la vía y a las capacidades propias y del vehículo.
